Nace sin que uno se dé cuenta, ataca los nervios, marca un antes y un después,
implica conocer a más personas, cambia la vida, se vuelve monótono, se acaba y duele, siempre duele.
A veces vuelve a llevarnos a una persona a la que dejamos escapar,
porque el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra,
¿no?.